*

sábado, 17 de octubre de 2015

Tattoo on my brain




J.S,

Dicen que no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes. Siempre he pensado que era un dicho estúpido, no necesitas perder algo parar valorarlo, quererlo, cuidarlo... Y ahora, ahora que te has ido, veo más claro que nunca el significado del puto dicho. Siempre te he dado por hecho, mi amiga, mi mano derecha, mi confidente, mi acompañante entre risas y entre lágrimas... la que me dejaba con las ganas de besarla como si no hubiera mañana y nunca dejarla ir.

Nunca imaginé un mundo con tu ausencia en él, y nunca pensé que tendría que crear uno. Un mundo que ahora tengo que afrontar solo, sin tenerte a mi lado cogiéndome la mano, asegurándome que todo va a ir bien.

¿ Y sabes que es lo que más me jode? Que siempre super que eras especial, que no eras pasajera, que una vez entraste en mi vida lo hiciste para quedarte conmigo. Sabia que solo eran requeridas unas cuantas palabras y todo podría cambiar, ser algo mayor, cruzar esa  línea que marcamos años atrás y conocer el significado de la palabra TODO. Podrías haber sido mi todo, fuiste mi todo, aunque fui demasiado cobarde para pedirte que lo fuéramos en conjunto.

Y ahora existimos a trozos, trozos rotos de algo mayor, desperdiciados y abandonados sin esperanza de volverse a encontrar.  Y aunque se que es muy tarde para nosotros, tengo tu nombre tatuado en la mente, grabado a fuego. Sin posibilidad de olvidar, y aunque duele, oh cielo como duele, lo prefiero así, lo quiero así.

Por lo que podríamos haber sido,

F.

No hay comentarios: