Running Away I

Rebekah corre, corre durante horas, sin un rumbo fijo, sin una meta o lugar a donde llegar. Corre sin descanso, huyendo, sabiendo que si para es posible que la atrapen. Hace un buen rato que dejo de sentir los pies, que le sangran por las piedras incrustadas y son insensibles al frío invierno. Sus ropas no son mas que harapos, llenas de arañazos causados por las ramas de los arboles que la rodean. Ramas que rasgan hasta llegar a la piel. Su rojo cabello se ha vuelto una maraña de enredos y hojas secas. El aire le corta la cara llena de pecas colocadas meticulosamente sobre un blanco patrón de porcelana. Sus grandes ojos esmeralda están hinchados y rojos, pero no le importa realmente, no le importa todo el dolor que siente en cada milímetro de su cuerpo, porque al fin i al cavo, cada vez que nota como se le clava una piedra en el pie, es un recordatorio de que esta avanzando, de que ha dejado todo atras. Cada vez que una rama rasga su piel, save que esta dejando una fea cicatriz para el dia de mañana, pero esa fea cicatriz sera un recordatorio de todo lo pasado, junto con todas las demas, de que no puede cantar victoria, porque nunca podrá sentir que esta realmente a salvo, en cualquier momento puede volver ha irse todo a la mierda. En cualquier momento, el pasado puede volver. Frena de golpe. Le falta el aire, sus pulmones no responden, sus fuerzas se agotan, necesita parar. Así que para, respira, y se da cuenta, ha escapado, lo ha hecho, es libre, al fin, es libre. Hecha un vistazo atrás, y viendo como el fuego va calando cada centímetro de lo que era su prisión hasta los cimientos, de sus ojos empiezan a brotar lágrimas, una detrás de otra. Rompiendo una promesa que había hecho minutos antes.

*Flashback*

- Vamos Rebekah, debes irte, no vas a tener otra oportunidad como esta, si no la aprovechas no saldrás nunca de aquí.

-No! No pienso irme, así no es como debía haber sucedido, deberíamos estar escapando los dos, no es justo, no puedo dejarte aquí, era nuestra oportunidad, nuestro rayo de esperanza, nuestra salvación… 

Acabando sus palabras en un susurro, las lágrimas abarcaban su rostro, sus manos agarraban las de el desesperadamente, en un intento inútil de sacarlo de debajo de los escombros. Pero es inutil, esta bien atrapado, no lo conseguirá… Oye pasos acercandose, save que el tiempo corre, y que nunca tendrá otra oportunidad como esta, pero el pensamiento de dejarlo aquí la rompe en pedazos por dentro.

-Hazme caso, Bekah, huye  y no mires atrás  saves que aunque pudiera salir de debajo de toda esta basura, me seria imposible andar y no duraría mucho allí fuera, pero tu en cambio, estas bien, así que no desaproveches esta oportunidad, o no te lo perdonare jamás. Tienes que contar al mundo lo que nos han hecho aquí. Tienes que vengarnos.

-Pero… - Antes de que pudiera terminar la frase, el la corto-

-Pero nada, sal ai fuera, y demuestra les quien eres, demuestrales que ni siquiera ellos pueden contigo, sal ai fuera y vive, vive por mi, por todos los que dejamos atrás, y ten el futuro con el que siempre fantaseábamos. Escapa Rebekah, escapa y se feliz. Y prométeme que nunca mas volverás a derrochar una sola lágrima.

Y sello la promesa con un beso, entre lágrimas, un tierno beso diciendo todo lo que llevaba callando por años en el, diciendo aquel te quiero que calló y aquel adiós que no se atreve a pronunciar…

 -Lo prometo -Susurro

Continuará.